Sunday, May 4, 2014

La música en Ninfómana de Lars Von Trier (o cómo escribir sobre la música en el cine con una simple excusa).


Hablar sobre cine en este blog no es una prioridad. Aunque mucho me gustaría transmitir mis ideas sobre el séptimo arte, prefiero guardar mis pensamientos en el tintero. Aprovechando la ocasión, algo que me encanta es escribir sobre la convergencia entre el cine y la música.
Qué arte sirve a qué arte dependiendo de cada caso en particular. Quién “acompaña” o quién deviene en una mera utilidad para reforzar un relato casi ajeno.


Nymphomaniac, el nuevo film del cineasta danés Lars Von Trier, resulta un caso particular e interesante para empezar a hablar sobre la utilización de la música en el cine. La utilización de la música, más particularmente la música compuesta previamente a la realización de la película que la utiliza (eso que a veces se llama musicalización) conoció su esplendor con el cine de Stanley Kubrick y de Alfred Hitchcock. El uso de la música de compositores como Beethoven, Strauss, Schubert y muchas otras caras conocidas, se volvió insignia del cine de Kubrick, y los famosos violines ejecutando sobreagudos en las escenas de suspenso se volvieron clichés en la industria cinematográfica, y por no decir, elementos casi obligados en la construcción sonora de los medios audiovisuales.

Toda la repercusión que trajo la película de Von Trier fue casi exclusivamente sobre los valores morales (y sexuales) transmitidos por ésta. Fuera de este enfoque, es interesante dejarse guiar por la música, por aquellas pequeñas semillas plantadas a lo largo de la película, donde, en el film más provocador y polémico del realizador danés, éste pareciese haber querido aprovechar los minutos para homenajear a sus predecesores y contemporáneos.


En Nymphomaniac es cabal la utilización de diferentes guiños hacia la utilización concreta de música en otros films. Puede ser que estas coincidencias solamente sean lugares comunes, pero como los ejemplos se sucedían uno tras otro, la posibilidad de que fuera una mera coincidencia fue menguando. En arte, un guiño es traducido como un recurso patente de otro artista en una obra propia, en manera de homenaje. Si la cita fuese en manera de burla o de crítica, ya no sería un guiño sino una pantomima o una satirización.

De comienzo en Nymphomaniac nos encontramos con Führe Mich (http://youtu.be/44tnJWI9Gm4), una composición del conjunto alemán Rammstein. Si bien el ejemplo utilizado no es el mismo, podemos encontrar una similitud con el film de David Lynch Carretera perdida (Lost Highway). Lynch utiliza los temas Heirate Mich (cásate conmigo) (http://youtu.be/p8P7olSbe-8) y Rammstein, de la misma banda de metal industrial alemán. Suele decirse que los alemanes estuvieron interesados en trabajar con Lynch, pero este no se mostró decidido hasta antes de realizar Lost Highway. El desembarco de la banda europea en Hollywood marcó el comienzo del apogeo de su fama a nivel mundial. Como vemos con este primer ejemplo, Lars Von Trier recurre, en una película cuya temática no fue demasiado abordada por el mercado cinematográfico, por lo que significó una gran novedad, composiciones musicales ya usadas en otras películas. La dualidad de novedad versus costumbre es lo que permite definir estas intervenciones como guiños.

Tanto Nymphomaniac como Lost Highway son films centrados en la dominación sexual y su correlato con la vida social de los protagonistas. Las letras de Rammstein abordan este costado sexual dominante y trazan un correlato directo entre el lenguaje visual y literal.
La traducción de Heirate Mich dice:

Se le ve hacia la iglesia andando 
Desde hace un año él está sólo 
El luto tomó en todos sentidos 
Duerme cada noche junto a su lápida 

Allí cerca de la campana duerme una lápida 
Sólo puedo leerla 
Y sobre la cerca el gallo rojo 
Su tiempo ha sido tu corazón (…)

Cásate conmigo.

Te tomo cariñosamente del brazo 
Pero tu piel se rasga como papel 
Y partes de ti caen 
Por segunda vez escapas de mí (…)

Entonces tomo lo que queda 
La noche es caliente y desnuda 
Como maldición el gallo saluda a la mañana 
Le he cortado la cabeza.

Y la traducción de Führe Mich dice:

Has quedado tallada en mi corazón
Si yo sangro, tú tienes dolores
Tenemos que saberlo;
Un solo cuerpo, dos nombres
Nada puede separarnos
Dos núcleos en la semilla
Si Tú, lloras, me siento bien
La mano de tu miedo alimenta mi sangre

Guíame
Sostenme
Yo te siento
Yo no te dejo

Estás construida para mi corazón
Dos almas tensan una sola piel
Y cuando digo que todavía estás en mí
Tú mueres, cuando yo lo quiero (…)

Ambas letras giran en torno a la dominación sexual y a la dependencia de una relación sentimental. Este es un punto de contacto entre el significado sintáctico de la canción con el argumento del film de Von Trier. La música en el cine puede utilizarse como recurso de sonorización, y también, cuando la música no es solo instrumental, si no que posee texto (y mejor si este texto coincide con algún aspecto del argumento del guión) podemos empezar a hablar de varios niveles de significación en la ambientación de la escena cinematográfica. Con esto me refiero, a que tanto lo que se ve, como lo que se escucha, condicionan la interpretación a un grado mayor. Vale la pena mencionar, que en el caso de quienes ven una película en un idioma foráneo que no dominan, este recurso pierde efecto y se vuelve un mero artificio.

Del genial film de David Lynch y de su impecable banda sonora podemos mencionar también I´m deranged de David Bowie (http://youtu.be/aepBpZ3kXek)y Eye de The Smashing Pumpkins (http://youtu.be/rLFxMXlZYbo).

Un segundo ejemplo es la utilización de Ich ruf zu dir, Herr Jesu Christ (http://youtu.be/4etbY3TXnlc), una composición para órgano a tres voces de J.S. Bach. En este caso, Von Trier hace una interesante combinación entre la textura polifónica con el desarrollo argumental de su film. A cada personaje, Von Trier le asigna una voz y los expone por separado, una vez cada uno en solitario, para luego juntarlos. Este momento es clave, ya que se crea aquí una analogía entre la polifonía musical y el cine. Polifonía, significa simplemente muchos sonidos, y se designa para describir texturas musicales en las cuáles interactúan más de una voz con movimientos melódicos independientes. El termino polifonía se utiliza para hablar de texturas contrapuntísticas, lo cual significa, punto contra punto, una nota a la cual se le superpone otra. La analogía ocurre cuando se describe a un personaje como una voz melódica y luego se junta con otras, para producir una relación la cual, musicalmente se traduce en armonía. El director danés aquí se comporta como un director de coro, primero enseña las partes separadas a su público, para que todos las reconozcan como partes independientes y con carácter propio, luego las junta, pero haciendo hincapié en el hecho de que lo antes era independiente ahora se vuelve parte de un todo. Esta escena del film, podría traducirse entonces, en que el mundo es armonía, donde las  relaciones singulares en sus mutuas interacciones, se vuelven un todo indivisible.
Esta composición de Bach fue utilizada anteriormente por Andrei Tarkovsky en su film Solaris, arreglada para órgano electrónico. También, fue utilizada, en la adaptación para piano de Ferruccio Busoni, en la última película de Michael Haneke Amour.
Tanto Solaris como Amour, son films que buscan en la intimidad de la mente humana, ese lugar donde se desarrollan las relaciones amorosas y la pérdida del ser amado. Puede que Haneke no haya pensado en hacer un guiño a la obra de Tarkovsky, pero el tercero en el  embrollo, Von Trier, sí pareciese haberlo pensado.
En su libro Esculpir en el tiempo, Tarkovsky expone toda su filosofía sobre el cine y más particularmente, sobre su manera de encarar la vida.

Tarkovsky sentía, al igual que Ingmar Bergman, un gran respeto y admiración por la obra de J.S. Bach. En Sacrificio podemos escuchar en los créditos iniciales, el aria para mezzo soprano (o contratenor) Erbarme Dich, mein Gott (Apiádate de mí, mi Dios) (http://youtu.be/nZb7FcP84CM) de La Pasión según San Mateo.

Tarkovsky en su libro decía:

“Pero, ¿qué es el arte? ¿Lo bueno o lo malo? ¿Procede de Dios o del diablo? ¿De la fuerza del hombre o de su debilidad? ¿Es quizá una prenda de la comunidad humana y una imagen de armonía social? ¿Es esa su función? Es algo así como una declaración de amor. Un reconocimiento de la propia dependencia de otros hombres. Es una confesión. Un acto inconsciente, que refleja el verdadero sentido de la vida: el amor y el sacrificio."

Volviendo a Nymphomaniac y a su controversial temática, podemos reflexionar nuevamente sobre el objetivo del arte. ¿Existe un motivo por el cual el arte existe? ¿Merece la condición humana ser explicada a través del celuloide? El enfoque de Von Trier, si bien se vale todo el tiempo de recursos de sus colegas y antecesores, se convalida en un enfoque diferente. Es como si dijese “Aquí donde todos estuvieron, yo no estoy”. A través de la comparación, Nymphomaniac se proclama como diferente, como un producto artístico que va más allá, un lugar donde sus colegas no habían llegado antes.


Finalmente, Nymphomaniac es un film que da mucho de qué hablar, más allá de las afinidades estéticas y hasta morales de cada uno. El cine se sirve de la música muchas veces como complemento y como elemento puramente embellecedor, pero otras veces, diríamos las mejores, el cine toma música creada anteriormente y se sirve de ellas para reforzar su mensaje estético, para enfatizar su argumento y enriquecer su universo simbólico. Tanto el cine como la música, son artes temporales, y por eso efímeras. Cuando un film logra una rica utilización de la música, ya no importa el argumento sino que importa el significado. 

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