Hablar sobre cine en este blog
no es una prioridad. Aunque mucho me gustaría transmitir mis ideas sobre el séptimo
arte, prefiero guardar mis pensamientos en el tintero. Aprovechando la ocasión,
algo que me encanta es escribir sobre la convergencia entre el cine y la
música.
Qué arte sirve a qué arte
dependiendo de cada caso en particular. Quién “acompaña” o quién deviene en una
mera utilidad para reforzar un relato casi ajeno.
Nymphomaniac, el nuevo film del cineasta danés Lars Von Trier, resulta un caso particular e interesante para empezar a hablar sobre la utilización de la música en el cine. La utilización de la música, más particularmente la música compuesta previamente a la realización de la película que la utiliza (eso que a veces se llama musicalización) conoció su esplendor con el cine de Stanley Kubrick y de Alfred Hitchcock. El uso de la música de compositores como Beethoven, Strauss, Schubert y muchas otras caras conocidas, se volvió insignia del cine de Kubrick, y los famosos violines ejecutando sobreagudos en las escenas de suspenso se volvieron clichés en la industria cinematográfica, y por no decir, elementos casi obligados en la construcción sonora de los medios audiovisuales.
Toda la repercusión que trajo
la película de Von Trier fue casi exclusivamente sobre los valores morales (y
sexuales) transmitidos por ésta. Fuera de este enfoque, es interesante dejarse
guiar por la música, por aquellas pequeñas semillas plantadas a lo largo de la
película, donde, en el film más provocador y polémico del realizador danés, éste
pareciese haber querido aprovechar los minutos para homenajear a sus
predecesores y contemporáneos.
En Nymphomaniac es cabal la utilización de diferentes guiños hacia la
utilización concreta de música en otros films. Puede ser que estas
coincidencias solamente sean lugares comunes,
pero como los ejemplos se sucedían uno tras otro, la posibilidad de que fuera
una mera coincidencia fue menguando. En arte, un guiño es traducido como un
recurso patente de otro artista en una obra propia, en manera de homenaje. Si
la cita fuese en manera de burla o de crítica, ya no sería un guiño sino una pantomima o una satirización.
De comienzo en Nymphomaniac nos encontramos con Führe Mich (http://youtu.be/44tnJWI9Gm4), una composición del conjunto
alemán Rammstein. Si bien el ejemplo
utilizado no es el mismo, podemos encontrar una similitud con el film de David
Lynch Carretera perdida (Lost Highway). Lynch utiliza los temas Heirate Mich (cásate conmigo) (http://youtu.be/p8P7olSbe-8) y Rammstein, de la misma banda de metal
industrial alemán. Suele decirse que los alemanes estuvieron interesados en
trabajar con Lynch, pero este no se mostró decidido hasta antes de realizar Lost Highway. El desembarco de la banda
europea en Hollywood marcó el comienzo del apogeo de su fama a nivel mundial.
Como vemos con este primer ejemplo, Lars Von Trier recurre, en una película
cuya temática no fue demasiado abordada por el mercado cinematográfico, por lo
que significó una gran novedad, composiciones musicales ya usadas en otras
películas. La dualidad de novedad versus costumbre es lo que permite definir
estas intervenciones como guiños.
Tanto Nymphomaniac
como Lost Highway son films centrados
en la dominación sexual y su correlato con la vida social de los protagonistas.
Las letras de Rammstein abordan este
costado sexual dominante y trazan un correlato directo entre el lenguaje visual
y literal.
La traducción de Heirate Mich dice:
Se le ve hacia la
iglesia andando
Desde hace un año él está sólo
El luto tomó en todos sentidos
Duerme cada noche junto a su lápida
Allí cerca de la campana duerme una lápida
Sólo puedo leerla
Y sobre la cerca el gallo rojo
Su tiempo ha sido tu corazón (…)
Cásate conmigo.
Te tomo cariñosamente del brazo
Pero tu piel se rasga como papel
Y partes de ti caen
Por segunda vez escapas de mí (…)
Entonces tomo lo que queda
La noche es caliente y desnuda
Como maldición el gallo saluda a la mañana
Le he cortado la cabeza.
Desde hace un año él está sólo
El luto tomó en todos sentidos
Duerme cada noche junto a su lápida
Allí cerca de la campana duerme una lápida
Sólo puedo leerla
Y sobre la cerca el gallo rojo
Su tiempo ha sido tu corazón (…)
Cásate conmigo.
Te tomo cariñosamente del brazo
Pero tu piel se rasga como papel
Y partes de ti caen
Por segunda vez escapas de mí (…)
Entonces tomo lo que queda
La noche es caliente y desnuda
Como maldición el gallo saluda a la mañana
Le he cortado la cabeza.
Y la traducción de Führe
Mich dice:
Has quedado tallada
en mi corazón
Si yo sangro, tú tienes dolores
Tenemos que saberlo;
Un solo cuerpo, dos nombres
Nada puede separarnos
Dos núcleos en la semilla
Si Tú, lloras, me siento bien
La mano de tu miedo alimenta mi sangre
Guíame
Sostenme
Yo te siento
Yo no te dejo
Estás construida para mi corazón
Dos almas tensan una sola piel
Y cuando digo que todavía estás en mí
Tú mueres, cuando yo lo quiero (…)
Si yo sangro, tú tienes dolores
Tenemos que saberlo;
Un solo cuerpo, dos nombres
Nada puede separarnos
Dos núcleos en la semilla
Si Tú, lloras, me siento bien
La mano de tu miedo alimenta mi sangre
Guíame
Sostenme
Yo te siento
Yo no te dejo
Estás construida para mi corazón
Dos almas tensan una sola piel
Y cuando digo que todavía estás en mí
Tú mueres, cuando yo lo quiero (…)
Ambas letras giran en torno a la dominación sexual y a la
dependencia de una relación sentimental. Este es un punto de contacto entre el
significado sintáctico de la canción con el argumento del film de Von Trier. La
música en el cine puede utilizarse como recurso de sonorización, y también,
cuando la música no es solo instrumental, si no que posee texto (y mejor si
este texto coincide con algún aspecto del argumento del guión) podemos empezar
a hablar de varios niveles de significación en la ambientación de la escena cinematográfica.
Con esto me refiero, a que tanto lo que se ve, como lo que se escucha,
condicionan la interpretación a un grado mayor. Vale la pena mencionar, que en
el caso de quienes ven una película en un idioma foráneo que no dominan, este
recurso pierde efecto y se vuelve un mero artificio.
Del genial film de David Lynch y de su impecable banda sonora podemos mencionar también I´m deranged de David Bowie (http://youtu.be/aepBpZ3kXek)y Eye de The Smashing Pumpkins (http://youtu.be/rLFxMXlZYbo).
Un segundo ejemplo es la
utilización de Ich ruf zu dir, Herr Jesu
Christ (http://youtu.be/4etbY3TXnlc), una composición para órgano a tres voces de J.S. Bach. En este
caso, Von Trier hace una interesante combinación entre la textura polifónica
con el desarrollo argumental de su film. A cada personaje, Von Trier le asigna
una voz y los expone por separado, una vez cada uno en solitario, para luego
juntarlos. Este momento es clave, ya que se crea aquí una analogía entre la
polifonía musical y el cine. Polifonía,
significa simplemente muchos sonidos,
y se designa para describir texturas musicales en las cuáles interactúan más de
una voz con movimientos melódicos independientes. El termino polifonía se utiliza para hablar de
texturas contrapuntísticas, lo cual significa, punto contra punto, una nota a
la cual se le superpone otra. La
analogía ocurre cuando se describe a un personaje como una voz melódica y luego
se junta con otras, para producir una relación la cual, musicalmente se traduce
en armonía. El director danés aquí se comporta como un director de coro,
primero enseña las partes separadas a su público, para que todos las reconozcan
como partes independientes y con carácter
propio, luego las junta, pero haciendo hincapié en el hecho de que lo antes era
independiente ahora se vuelve parte de un todo. Esta escena del film, podría
traducirse entonces, en que el mundo es armonía, donde las relaciones singulares en sus mutuas
interacciones, se vuelven un todo indivisible.
Esta composición de Bach fue
utilizada anteriormente por Andrei Tarkovsky en su film Solaris, arreglada para
órgano electrónico. También, fue utilizada, en la adaptación para piano de Ferruccio
Busoni, en la última película de Michael Haneke Amour.
Tanto Solaris como Amour, son films que buscan en la intimidad de la mente humana, ese lugar donde se desarrollan las relaciones amorosas y la pérdida del ser amado. Puede que Haneke no haya pensado en hacer un guiño a la obra de Tarkovsky, pero el tercero en el embrollo, Von Trier, sí pareciese haberlo pensado.
Tanto Solaris como Amour, son films que buscan en la intimidad de la mente humana, ese lugar donde se desarrollan las relaciones amorosas y la pérdida del ser amado. Puede que Haneke no haya pensado en hacer un guiño a la obra de Tarkovsky, pero el tercero en el embrollo, Von Trier, sí pareciese haberlo pensado.
En su libro Esculpir en el tiempo, Tarkovsky expone
toda su filosofía sobre el cine y más particularmente, sobre su manera de
encarar la vida.
Tarkovsky sentía, al igual que
Ingmar Bergman, un gran respeto y admiración por la obra de J.S. Bach. En Sacrificio podemos escuchar en los
créditos iniciales, el aria para mezzo soprano (o contratenor) Erbarme Dich, mein Gott (Apiádate de mí,
mi Dios) (http://youtu.be/nZb7FcP84CM) de La Pasión según San Mateo.
Tarkovsky en su libro decía:
“Pero, ¿qué es el arte? ¿Lo bueno o lo malo? ¿Procede de Dios o del diablo? ¿De la fuerza del hombre o de su debilidad? ¿Es quizá una prenda de la comunidad humana y una imagen de armonía social? ¿Es esa su función? Es algo así como una declaración de amor. Un reconocimiento de la propia dependencia de otros hombres. Es una confesión. Un acto inconsciente, que refleja el verdadero sentido de la vida: el amor y el sacrificio."
“Pero, ¿qué es el arte? ¿Lo bueno o lo malo? ¿Procede de Dios o del diablo? ¿De la fuerza del hombre o de su debilidad? ¿Es quizá una prenda de la comunidad humana y una imagen de armonía social? ¿Es esa su función? Es algo así como una declaración de amor. Un reconocimiento de la propia dependencia de otros hombres. Es una confesión. Un acto inconsciente, que refleja el verdadero sentido de la vida: el amor y el sacrificio."
Volviendo a Nymphomaniac y a su controversial
temática, podemos reflexionar nuevamente sobre el objetivo del arte. ¿Existe un motivo por el cual el arte existe? ¿Merece
la condición humana ser explicada a través del celuloide? El enfoque de Von
Trier, si bien se vale todo el tiempo de recursos de sus colegas y antecesores,
se convalida en un enfoque diferente. Es como si dijese “Aquí donde todos
estuvieron, yo no estoy”. A través de la comparación, Nymphomaniac se proclama como diferente, como un producto artístico
que va más allá, un lugar donde sus colegas no habían llegado antes.
Finalmente, Nymphomaniac es un film que da mucho de qué
hablar, más allá de las afinidades estéticas y hasta morales de cada uno. El
cine se sirve de la música muchas veces como complemento y como elemento
puramente embellecedor, pero otras
veces, diríamos las mejores, el cine toma música creada anteriormente y se
sirve de ellas para reforzar su mensaje estético, para enfatizar su argumento y
enriquecer su universo simbólico. Tanto el cine como la música, son artes
temporales, y por eso efímeras. Cuando un film logra una rica utilización de la
música, ya no importa el argumento sino que importa el significado.
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