Sunday, May 25, 2014

La decadencia de la melodía

Desde que terminé la secundaria no tengo más televisor en mi casa. Esta especie de abandono mediático me ha dado muchas libertades, más que nada en el manejo de mi propio tiempo personal, y me ha privado de algunas cosas de menor importancia.
Recuerdo que durante mis almuerzos solía sintonizar el canal MTV y dejar pasar las agujas del reloj escuchando la música actual. Por día dedicaba media hora a la tarea de mantenerme actualizado en los contenidos de la escena pop del momento.
Hoy en día, gracias a internet y a no tener televisor, puedo decir que he ganado más independencia a la hora de consumir contenidos multimedia. No es novedad que YouTube y todos los canales de streaming online le han sacado gran parte de su poder a los canales de televisión, pero aunque el medio cambie, la selección hegemónica, cual pastiche de carne triturada, sigue estando. Lo que antes se vendía en formato de programa de televisión, al estilo top ten, hoy se vende como los más vistos de un canal o playlist online.
Leyendo el libro de Simon Reynolds Después del Rock, me he encontrado con lúcidas reflexiones acerca de la música electrónica en las últimas dos décadas. Es muy interesante leer estas líneas y constatar cómo ha sido el devenir de la música electrónica en los últimos años.
Hablando sobre los instrumentos de los Dj´s, Reynolds decía: “Es tentador hablar de un modo místico de máquina como el 303 (se refiere al Roland 303), como si tuvieran vida propia. En realidad, la creatividad es enteramente humana, sólo que es colectiva en lugar de estar dominada por un autor. Las culturas dance tienen una rotación muy rápida, de modo que puede salir un tema y que a la semana otro productor ya lo haya superado. Los ciclos vitales de la evolución son increíblemente acelerados. Al contrario de lo que ocurre con el rock, incluso con los copistas, los mercaderes-clones tienen un papel, puesto que cada réplica de un sonido lo modifica inevitablemente. De hecho, en la electrónica, la “bastardización” es positiva, productiva, progresiva”.
Esta cita menciona los cambios constantes en el estilo de la música electrónica, un rasgo que en la música de la escena pop actual, aún prevalece aunque se puede percibir una sensación de estancamiento de la originalidad. Cuando los Dj´s hicieron su aparición en el mercado musical, lo hicieron de una manera casi anónima, donde no prevalecían los autores, si no la música misma. Hoy en día, esa situación ha cambiado y los Dj´s son grandes actores de la escena cultural. Los grupos pop que surgieron en el cambio de siglo, surgieron con una estética mixta entre la formación rock-pop, al estilo Coldplay, The Killers, etc, y hoy en día han mutado gracias una inserción cada vez mayor de secuenciadores y sonidos sintetizados que suman efectos electrónicos a grupos que surgieron más emparentados con el sonido acústico.
A la par que estos grupos fueron mutando hacia un costado más eléctrico (cabe destacar que tanto una guitarra eléctrica como un sintetizar son instrumentos que podrían ser definidos como electrónicos), fueron poniéndose en auge los Dj´s que basan su éxito en colaboraciones con diferentes cantantes. Tanto David Guetta, como Avicii, Skrillex, Zedd, y una orda sin fin de muchachos con consolas, utilizan la fórmula de una composición electrónica con un cantante invitado, o más, como invitados. Esto da como resultado a una canción tecno con una gran pregnancia melódica. Ahora ¿acaso hay alguna diferencia formal entre una canción pop de los 80 con una del 2010? Para nada. Podemos seguir preguntadonos cosas, acaso si estas composiciones  tienen o no, ni estrofa ni estribillo, pero la respuesta seguiría siendo la misma.
Vale la pena ver que realmente lo que prevalece, es la melodía. Una secuencia que la gente pueda recordar, que se pueda tararear por la calle como si fuese un chicle pegajoso. Como resultado de esto tenemos canciones pop que sirven tanto para la difusión mediática ordinaria (televisión, radios, etc) y para ser usadas en los clubes nocturnos, cuando la gente sale de sus casas y se olvida de sus problemas cotidianos.
En el último disco de Daft Punk Random Access Memories, este estilo ve su punto más álgido. Diferentes canciones hacen un resúmen de la historia del tecno, con una gran variedad de artistas invitados donde ya no importa si lo que suena es una guitarra sampleada interpretada por un ser humano, o si fue secuenciada por algún programador midi. La banda de pop-rock humana, hoy es digital y ha sucumbido bajo la esfera del Dj; todos somos secuenciables. En la entrega de los últimos Grammys, podemos ver la presentación de Get Lucky en el que fue coronado como la mejor composición del 2014.

Este producto, refinado como el azúcar, simple y muy estilizado, sirve acaso como el caballo de batalla de la industria musical de hoy en día. Por hacer analogías, es como si fuera un androide que reúne los aspectos más efectivos de cada estilo pop. De la electrónica reúne los sonidos secuenciados y las sonoridades sofisticadas, del pop recibe las letras estereotipadas y los estribillos pegajosos.

No es novedad el hecho de que el pop siempre se ha disfrazado de muchas cosas, porque en el fondo podíamos ver los hilos de los productores, repartiendo tareas y garantizando el éxito comercial de lo que estaban llevando a cabo. Lo que en este caso llama la atención, es como bandas que han surgido del otro lado de la orilla pop, de una herencia más Beatle, y que uno pensaría que tienen como objetivo crear un lugar en la escena musical en base a la originalidad y a la innovación, hoy por hoy, mutan hacia un costado más eléctrico y más ambiguo estilísticamente. La diferencia entre cuatro muchachos ingleses tocando pop, y un Dj, ya no existe más. 
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