Monday, April 16, 2018

Crónica de Una Temporada en los Infiernos


Hablo a título personal. Nadie se confunda, por favor.
La crítica musical y el gusto personal viajan por dos carriles diferentes. Podríamos afirmar, mi estimada audiencia, que incluso, viajan en sentidos opuestos. Si encuentro un ápice de objetividad, trataré de que se vea volcada en la presente nota.


7 de abril, abril de 2018, todo comienza aquí. Micro estadio de Atenas, ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. Argentina, claro. La banda local, El Mató a un Policía Motorizado (que nombre che, dirán algunos) consagraba una extensa gira nacional e internacional con una última parada en la ciudad que los vio nació. El Mató (abreviemos) estuvo el último 2017 y esta parte del 2018 de ciudad en ciudad presentando su último álbum, La Síntesis O´Konnor.

El show se palpita con ansiedad, anuncios puestos en colectivos de línea, muchas réplicas online y algunos rumores web, ésta sería la última vez por mucho tiempo en que la banda tocase en la ciudad de los tilos y las diagonales. Había que aprovechar y no dejar escapar la oportunidad.        

En La Síntesis O´Konnor podemos encontrar una fibra más melancólica del grupo, el síndrome post-ruptura vaya a saber uno de qué o cuales miembros de la banda. Ilustremos la sentencia anterior: “Es la depresión sin épica”, corona Santiago Motorizado, frontman de la banda en el primer track del disco, El Tesoro.           
Pongamos el contexto, si usamos la regla de los años, la que otorga perspectiva de como el arte se desarrolla, busca y encuentra su propia estética dentro del ámbito musical, podemos observar el paso de una banda del circuito under, con sonidos anclados al punk visceral, adolescente con temáticas de barrio al estilo post-fiesta o juntada con amigos y cerveza. El Mató siempre alegó a los códigos de barrio, a la nostalgia por la adolescencia perdida, al mito suburbano de la clase media ríoplantense.      

El Mató no es una banda virtuosa, la batería atrasa o delante de forma imprevisible, se dejan ganar por el momento y la emoción. No hay instrumentistas virtuosos ni derroche de técnica, pero sí hay comunión, sincronía con el público, empatía y mucho trabajo fino. Los arreglos instrumentales de La Síntesis O´Konnor transpiran horas y horas de ensayo como si fuesen gotas de sudor. Este disco es el quiebre, algo así como lo que sucedió con Massacre y su disco consagratorio, El Mamut. La banda rompió el muro del under donde habitaron cómodos por quince años. Conocieron el mainstream, y hay que ver qué les depara el futuro. Nada está escrito en piedra, eso dicen por ahí.   


 







Trato de mantener mis párpados abiertos. Las ideas se escapan y quiero volcarlas rápido en el papel antes de que huyan de mi cabeza.
Conocía El Mató por nombre, su fama los precedía, pero yo nunca los había escuchado con atención. La Síntesis O´Konnor cambió eso y me convirtió en fan. O casi; admiro su trabajo, me deleita el disco y confieso: soy un melancólico sin remedio. El disco me llegó a la fibra. Canté las melodías, toqué las armonías en el piano, en el charango y también grabé un par de versiones francamente malas. Eso es lo que tiene un buen material, resiste su uso y desuso. Es un envase abierto para que la audiencia coloque dentro sus expectativas, vivencias, emociones y muchos ejemplos más.



Jueves 1° de marzo. Voy a comprar la entrada para el recital de El Mató a un local conocido de remeras en La Plata. Esta era la ocasión donde yo, devenido fan tardío de una banda under que transitaba su paso del under a banda de culto de las juventudes argentinas. Llego a casa y escucho la radio por internet: El baterista de la banda era acusado de abuso.
Bendita suerte. La banda no supo manejar la situación, realizó un controvertido anuncio online acerca de ponerse a disposición. No importa, la fecha, insignia del fin de gira de una banda que termina de consagrarse con lo que fue el disco más importante del mercado nacional. Paradojas de la fama, creas canciones que hacen bandera en causas poco visibilizadas y terminas atrapado en lo que sólo creías un mal sueño.
En la radio hicieron una reflexión lúcida sobre un tema difícil.



Leo un comentario en YouTube sobre un concierto de El Mató: Próximamente Santiago Motorizado va a necesitar dos motos. Vaya incongruencia, un frontman que no baila, que grita por momentos hasta romper su voz, e incluso, es gordo.                
Merecen la hoguera entonces…


El show de El Mató terminó en paz. La banda hizo un repaso monumental de su discografía y dejó escapar pocos himnos de su carrera. Desde abajo el recital se sintió como una ceremonia. El público coreo hasta la más mínima de las estrofas, los más entusiastas, que no eran pocos, poguearon a partir del minuto uno. La banda hizo justicia al que fue el mejor álbum del 2017.
Estamos en el 2018 y aún estamos esperando que aparezca un material que se le acerque en calidad.



Continúo con esta crónica.             

Vayamos al sábado 14 de abril. Radiohead vuelve a la Argentina luego de nueve años de ausencia.

Vamos a decirlo antes que nada: ofrecieron un show monumental. Más de dos horas y media con una muestra de la que probablemente sea la banda más original y congruente del escenario mundial con vigencia actual.

La ecuación de Radiohead podría ser esta (el condicional refleja mis pocas ganas de realizar afirmaciones mesiánicas): Formación de banda de rock + utilización de electrónica.
¿Post rock acaso? Una máquina perfecta de rock con tintes electrónicos. Lo mejor del boliche sumado a un aplanador sonido rockero.





El despliegue de Radiohead roza lo sublime. Cada integrante de la banda ejecuta con soberbia su papel en el entramado del recital. Tom Yorke resultó ser un frontman espectacular, con grandes dotes de animador, pero también, incansable vocalista (pocos cantantes se atreven a una gira tan extensa con perfomance de larga duración). Pero detrás de él se encuentra un soporte perfecto, bajo y baterías, articulando la ejecución perfecta de la máquina sobre la que se erigen los arreglos. La complejidad de las texturas rítmicas de la banda derivó en la sumatoria de dos baterías para reflejar el trabajo de estudio en las formaciones en vivo. Y sobre ellos, las guitarras, sintetizadores y accesorios que coronan las texturas finales.              



Volvamos a la idea de que Radiohead conjuga lo tradicional del rock, estética con la cuál surgió su carrera, con la vanguardia de la experimentación electrónica. Estamos al frente a una banda que nunca se sintió cómoda con la atención mediática. Recordemos Creep, el himno que consagró hace veinte años a la banda, y del cual, ellos descreen y prefieren dejar en segundo plano.
En música, en arte y en cultura siempre hay un subtexto. La objetividad consiste en analizar el plano estrictamente musical. Veamos: Esta banda trabaja la textura sonora como un eje primario en la composición, y realiza a partir de la experimentación, un ejercicio cotidiano de su búsqueda artística. Así es como no tienen problema en realizar composiciones que trabajan con el noise (ruido) al estilo Climbing Up The Walls     
En el plano del subtexto, está la apropiación de su mensaje literario: la entronación de lo raro, lo weirdo, lo freak.

Lamentablemente, el predio de Tecnópolis no estuvo a la altura de las circunstancias, dejando pocas opciones para aquellas personas que se disponían a disfrutar del recital a lo lejos sin tener que involucrarse en las mareas del pogo. El público fue agradecido y la banda respondió, otorgaron un setlist memorable, plegado de himnos de la banda, pero también de gran parte del material del último disco, A Moon Shaped Pool (2016). Hablar de Radiohead es hablar de la vanguardia que nos queda en la música. Acaso, como si fuera la última resistencia, la esperanza en que la música aún posee bastiones inalienables en contra del consumo de masas estupidizante y banal.





Monday, March 12, 2018

La Vaca Sagrada - #2 -


Nueva edición del Podcast sobre arte, La Vaca Sagrada.




Para escuchar el programa, haz click aquí


Este programa está  dedicado al género canción y a su desarrollo durante diferentes periodos de la historia de la música.
Si quieren escuchar la música del programa, pueden entrar en el siguiente link que les llevará a una lista de reproducción de Spotify: http://bit.ly/PlaylistVS2 
Allí encontrar los ejemplos mencionados en el programa y alguna variante más.

El programa está dividido en tres partes. La primera y mas extensa, donde analizamos tres composiciones: El Lamento de la Ninfa, de Claudio Monteverdi; El Rey de los Alisos, de Franz Schubert; y Don´t Think Twice it´s Alright, de Bob Dylan.

 La segunda es la sección en vivo. Todos los viernes a las 18hs se grabará la sección en vivo del programa, donde la audiencia puede realizar preguntas, consultas, sugerencias y más, todo a través de la red social, Instagram.

La última sección está dedicada a la recomendación de una película, The Square (2017).

¡Gracias por seguir acompañando este espacio!

Nos vemos en el próximo post.

Monday, March 5, 2018

Ahí vamos

Hoy escribo esta nueva entrada del blog para compartir un momento especial.

Veo las pestañas que acompañan la historia de este blog, allí están los escritos del año 2014. Fue en Galicia donde empecé a escribir esta bitácora de pensamientos y que luego, me acompañaría por aquí y por allá.
Hoy me toca dar un nuevo paso, un paso que tardó tres años en ser concretado. Hoy, lunes cinco de marzo del año 2018 comienzo un programa de Podcast llamado La Vaca Sagrada. 
Hablaré sobre música, cine, literatura, historietas y muchas artes más. Espero que podamos seguir por aquel canal.

Mientras tanto seguiré escribiendo, pero con menos regularidad y para que este lugar no pierda su espíritu iré subiendo aquí los materiales del Podcast.

Espero que nos podamos seguir encontrando, queridas lectoras y queridos lectores en el anonimato, allá donde la red nos permita apreciar el arte y conectándonos con nuestras fibras más profundas.

Dijo Gustavo Cerati, ahí vamos ....


El primer programa de la Vaca Sagrada lo pueden escuchar: http://bit.ly/Vacasub


Thursday, January 25, 2018

La Vida Sexual de los Directores de Orquesta

A continuación, ofrezco una traducción personal del texto de Norman Lebrecht que alude a la situación actual, y muy particular y típica, de la dirección orquestal.
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La Vida Sexual de los Directores de Orquesta


Una vez conocí a un gran director que afirmaba nunca haberse subido a un avión con destino a una nueva orquesta, sin llevar un frasco de vaselina en su bolsillo. Sólo por si tenía suerte (cosa que sucedía a menudo).

Los directores de orquesta son aves migratorias que vuelan donde sus agentes les señalan, yendo de una cama de hotel a la siguiente. No hay escasez de nuevos y jóvenes elementos en el plantel de una orquesta y sobran fans que en el backstage están a la espera de obtener un susurro que indique el número de una habitación de hotel.

El sexo es uno de los beneficios de la dirección. La mayoría de las veces, es consensuado. Cierto maestro de mediana edad, era capaz de leer poesía durante largas horas en la noche a una joven mujer antes de comenzar con la embestida. Con el correr de los años, ha habido un par de quejas sobre el comportamiento de este maestro. 
Las técnicas de seducción varían. Un director de ópera que conozco realiza contacto visual durante el primer ensayo con los integrantes jóvenes del coro, uno por uno, hasta que alguien devuelve la mirada.

Inevitablemente, en un ambiente tan gregario como la ópera, todos saben de la situación. Siempre se sabe. Se sabía que la secretaria de Willhelm Furtwängler llevaría una mujer a su camarín antes de un concierto. Se sabía de la actitud promiscuo de Georg Solti en el Covent Garden (él me lo contó en persona). Se sabía que cierto maestro italiano era libre de hacer lo que quisiera con sus manos, que Leonard Bernstein prefería jovencitos, y que un maestro de la música antigua era un mariposón.

También se sabía que había ciertos directores con lo que no había que estar solos dentro de una habitación. Se advertía a los internos sobre ello, no siempre a tiempo. El caso más serio que conocí fue el de una solista que estaba alcanzado los veinte años que fue llamada al camarín del director en una de las salas más prestigiosas de Europa, una hora antes del concierto para discutir ciertos pasajes de la partitura. Ella volvió llorando desconsoladamente un rato después. Había sido violada, y aún tenía que salir a escena, interpretar un concierto, y hacer una reverencia junto a su violador. Traté de persuadirla para que lo contase en público, pero ella (entendiblemente) quiso seguir con su vida, y probablemente sigue un poco asustada de que el hombre que la violó, después de todos estos años, todavía pueda dañar su carrera. Muchos músicos interinos la vieron salir del camarín (sala verde). Nadie confrontó al agresor

El sexo está supuesto dentro de la prerrogativa de un director. Nunca es un acto de amor, es una sencilla y explícita expresión de poder. El trato es: te acostás con el maestro, o nunca volverás a trabajar. 

Y la amenaza es muy real. Una soprano francesa, Anne Sophie Schmidt, ha admitido recientemente que, después de rechazar los avances persistentes del director suizo Charles Dutoit a mediados de los 90´, sus compromisos en la agenda fueron escaseando el siguiente año. Ella está convencida de que el director la mandó a la lista negra.

Dutoit, de 81 años, fue suspendido de todos sus cargos como director el mes pasado debido a múltiples alegaciones de acoso sexual, con fecha desde 1980 hasta la década pasada. Los incidentes, cuyas acusantes alegan que tuvieron lugar en toda clase de sitios incluidos el camarín de Dutoit, un ascensor de hotel, un auto, incluyen varios casos donde el director forzó a las intérpretes. En un caso, él “insertó” su lengua dentro de la garganta de una cantante. Él negó todos los reportes, consultó con sus abogados y trata de limpiar su nombre. Sus orquestas actuales han prometido llevar investigaciones independientes.

Cualquiera sea el resultado de estas investigaciones, nadie duda de que un director del rango de Dutoit – actual director musical en las Filarmónicas de Montreal, Philadelphia y la Real Orquesta Filarmónica de Londres – tiene autoridad casi suprema.

Para dar un ejemplo inofensivo, en 1990, Dutoir colocó a su novia, Chantal Julliet (luego su cuarta esposa), como concertino de la Orquesta Sinfónica de Montreal. Tales ascensos están en la gaveta de los regalos que puede realizar un director. 

Mucho más impregnante es el poder del silencio. Un administrador de EEUU me contactó recientemente para informarme que, mientras él era un veinteañero trabajando como asistente en el MET, el director musical con más años de servicio en la casa, James Levine, se acercó a él y le coló la mano dentro de sus pantalones. El joven le indicó que él no estaba interesado. A partir de ese día, el joven asistente fue excluido de toda actividad musical en el edificio. Nadie, dice él, quería tener nada que ver consigo, debido a que Levine, o la gente de su entorno, lo había señalado como persona non grata. Como en un equipo de liga donde el entrenador te manda al banquillo, lo único que llegaron a comunicarle fue “no eres lo suficientemente bueno”. En este caso, la víctima excluida al ostracismo, tuvo la valentía como para seguir adelante y realizar su carrera muy lejos del enloquecedor Met.

Levine fue suspendido de su cargo como director del Met el mes pasado, acusado de molestar jóvenes en Chicago, Boston y Nueva York, todas acusaciones que él niega. Las alegaciones pueden no estar probadas en una corte, y puede que nunca se resuelvan. Lo que es innegable, de todas formas, es que nadie en el Met que haya rechazado una avanzada de Levine durante sus 41 años como director tuviese futuro dentro del lugar.

Los abusos de poder no son al azar ni accidentales. Constituyen una rutina en el ámbito musical como lo son en la Rusia de Putin, donde toda la autoridad fluye hacia un pequeño hombre con un pequeño palo. Es raro que esa autoridad sea desafiada, y aún más raro, que la o el desafiante sobrevivan.

La música clásica lleva su negocio detrás de una pantalla de secretos, mentiras y eufemismos. Un maestro nunca se ausenta, solo se encuentra “indispuesto”. Ningún maestro llega a ser despedido, se lo convierte en Emérito.

La verdad llega enterrada dentro de un estercolero de pedantería La verdadera razón de la reciente salida de uno de los intérpretes de este país no será explicada en público, aunque sea bien sabida detrás de escena. El código de silencio en la música clásica es tan severo como la omertá siciliana. Habla y eres carne muerta.

Como el escritor que expuso El Mito del Maestro, un libro escrito hace un cuarto de siglo, estoy trabajando para que las víctimas de abusos sexuales tengan ahora el coraje para romper el tabú del silencio. Pero la negación no ha terminado. Montreal, inexplicablemente, no ha comenzado ninguna investigación y el Met ha dejado en claro que nunca publicará sus resultados. Sin un comité de transparencia, la veracidad de estos abusos será incierta. En el 2000, cuando James Levine fue nombre director musical de la Orquesta del Festival Verbier, donde los instrumentistas promediaban los 16 años, le pregunté al fundador del festival, Martin Engstroem, si era consciente del riesgo que estaba tomando. Me aseguró de que habían tomado precauciones especiales para que nada sucediese. Cuando las acusaciones contra Levine salieron a luz el mes pasado, Engstroem se mostró “sorprendido y angustiado por estas acusaciones”. El sucesor de Levine en Verbier, no es otro que el mismísimo Dutoit. Engstroem se llevará una nueva sorpresa. 

Ahora, dejémos en claro que muchos directores llevan vidas ejemplares y aburridas, sus cabezas están llena de ideas musicales y cambios de elenco. Algunos son escoltados por esposas observadoras e invasivas. Entre los más lascivos maestros, es bien sabido que muchos de ellos son generosos y tiernos. Solti siempre fue comprensivo ante los casos de injusticia en cualquier institución donde trabajase, y apoyaba docenas de casos de mala suerte. Nadie nunca lo acusó de tomar ventaja sobre una mujer, mas de lo que han hecho con Mick Jagger o Roy Jenkins. Conozco cantantes que le han dicho que no a Solti y que continuaron trabajando felizmente con él a traves de los años. No todos los maestros cargosos son abusivos.

En el presente, hay dos directores musicales de primer línea, que utilizan su espacio de trabajo como un sillón de casting sin ser acusados de nada por ello. Deberían ser más cuidadosos en el futuro, pero la compulsión no disminuirá debido a que la causa está profundamente arraigada en la psiquis del maestro.

Un gigante del podio de la época pre-Viagra me contó que decidió retirarse de la dirección luego de perder su virilidad. Sin el impulso sexual, él nunca podría encarar una orquesta. La relación batuta-pene es más poderosa de lo que muchos maestros están preparados a admitir. Para que esto cambie, necesitamos ver más mujeres en el podio. Una vez que la balanza del género cambie, el sexo será menos que un problema.


FUENTE: 
https://www.spectator.co.uk/2018/01/the-sex-lives-of-conductors/