Sunday, August 24, 2014

Andante maestoso

En 1902, con motivo del arribo de un busto de Beethoven a Viena, Gustav Klimt realizó un imponente friso, llamado exactamente Beethoven que fue inspirado por la novena sinfonía del compositor oriundo de Bonn.  Klimt dividió la obra en tres partes, escenificando lo que para él era la superación de la adversidad por medio del arte. Los tres paneles se titulan respectivamente “Anhelo de felicidad”, “Fuerzas del mal” y “Música. El anhelo de felicidad se calma con la poesía”.   

En el libro La Viena de fin de Siglo, Carl Schorske analiza: “El último panel, el más interesante, representa la satisfacción. Contiene la leyenda “El anhelo de felicidad se calma con la poesía”. Aquí, expresa el catálogo, el arte “nos conduce a un reino ideal  donde encontramos felicidad pura, alegría pura, amor puro”. Klimt concibió este panel inspirándose en una frase de la Oda a la alegría de Schiller: “Que ese beso alcance al mundo entero”. Para Schiller y para Beethoven, el beso era político; era el beso de la fraternidad del hombre: “Abrazaos, oh millones” era la orden universalista de Schiller. Beethoven introduce esa línea con voces exclusivamente masculinas andante maestoso, con toda la potencia y la dignidad del fervor fraterno. Para Klimt, el sentimiento no es heroico sino puramente erótico. Y, lo que es aún más notable, el beso y el abrazo se concretan en un vientre femenino. La “huida” característica de las fantasías de omnipotencia narcisista culmina así en la consumación erótica dentro de un útero. Y hasta en ese paraíso, el cabello de la mujer enlaza los tobillos de su amado de ese modo amenazante que hemos visto tantas veces en Klimt”.



La novena sinfonía forma parte de los últimos trabajos de Beethoven y demuestra claramente, el anhelo del compositor de lograr la fraternidad entre naciones y hombres. Nos encontramos aquí, en frente de unas las obras artísticas más políticas del mundo. 
Tal como lo señala Schorske, Beethoven plasma un sentimiento heroico, que luego Klimt transforma con su interpretación en erótico.  Žižek, comparte otra interpretación de la novena sinfonía de Beethoven en su Guía perversa de la ideología -http://youtu.be/XM9erS90gTE El filósofo y psicoanalista esloveno afirma que el texto de Schiller, justamente al incluir a todos los hombres,  es excluyente, armando así un doble mensaje. El texto, supuestamente universal, fue utilizado por la mayoría de los regímes totalitaristas del siglo XX como símbolo, logrando así una paradoja simbólica. Utilizando el personaje de Alex de La Naranja Mecánica, Žižek se pregunta si realmente toda la humanidad está incluida en el texto de Schiller, o si realmente, hay alguien que queda excluido. Alex, justamente se sentía identificado dentro de ese sitio marginado. Es aquí donde la perspectiva ideológica de Beethoven se abre, y donde ejecuta una práctica crítica de la ideología.

En este sitio marginal, podemos situar al protagonista de la serie japonesa Evangelion, Shinji Ikari. Exponente claro del dilema del erizo postulado por Schopenhauer, en un momento clave del desenlace de la serie, Shinji debe ejecutar a la única persona que ha sido capaz de retribuir su amor. De manera grandilocuente, la acción se detiene y Kaworu, la figura amada, cae preso bajo el dominio de Shinji. El plano se detiene totalmente y de fondo se escucha el coro masculino de la novena sinfonía. El texto no se corresponde con la imagen de manera sencilla. La poesía de Schiller pronuncia “¡Abrazaos, oh millones! ¡Que ese beso alcance al mundo entero! Hermanos, sobre la bóveda estrellada, debe habitar un Padre amante ¿Os prostráis, Millones de seres? ¿Mundo presentes al Creador? Búscalo por encima de las estrellas! ¡Allí debe estar su morada!”. Esta estrofa es también la que utilizó Klimt en Beethoven. Es en esta escena donde el protagonista debe sacrificar su deseo individual en pos de la sociedad que clama heroicamente por la fraternidad y la unión de la humanidad.   -http://youtu.be/MLvGOT4sbS4-    

Tal como afirmaba la escritora Ursula K. Le Guin, la ciencia ficción sirve como metáfora de la realidad que permite enfocarse en la psicología de los personajes de manera creativa. En Evangelion, una serie situada en un futuro apocalíptico donde la humanidad se bate a duelo con enorme criaturas en pos de la supervivencia, el relato es, en esencia, sobre el desarrollo de la psiquis del ser humano. Y lo más importante, es que la psiquis central, es la de un marginado, un rechazado, un erizo. No es casual que las frustraciones de Shinji Ikari puedan ser las mismas que las de Beethoven, de Alex o que las de Klimt, ya que todos eran profundamente humanos.
Política o eróticamente, las interpretaciones de la novena sinfonía exceden lo estrictamente musical y profundiza en la política y en la raíz misma del ser. Deberemos seguir buscando ese beso que alcance por fin, al mundo entero.
Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.