Aprovechando el impulso del
post anterior, voy a hablar un rato sobre los openings y los endings de
las series de animación japonesa (anime).
Para aquellas personas que no
están familiarizadas con el género, un resumen breve (demasiado) sería que,
desde el final de la segunda guerra mundial, Japón se vio influenciado en gran
manera por la cultura de Estados Unidos. Esto llevó a una gran expansión del
manga (fusión de la tradición japonesa de dibujo y la estadounidense del cómic)
y a los albores del anime (la versión de televisiva del manga). Hoy en día, éste
género contiene a una gran industria que provee de material para todo tipo de
públicos, y es por eso que podemos encontrar una gama enorme de series.
Una característica particular
que han desarrollado estas series es la apertura y cierre de cada capítulo con
una secuencia animada, denominada Opening
para la apertura del episodio y Ending para
el cierre. En las secuencias se muestran diferentes aspectos de la serie y con
diferentes estrategias de montaje. Generalmente, en las serie shonen (acción y pelea al estilo, héroe vs.
villano) se abre con un opening
dinámico e impactante. La regla general es generar intriga y aprovechar el
misterio de la trama para enfatizar las emociones de los personajes.
Actualmente, el mercado japonés
utiliza diferentes bandas de rock y de pop (denominados como J Rock o J Pop
respectivamente) los cuáles ofrecen un caballo de batalla para sumar a la
serie.
Estas secuencias tienen gran
importancia dentro de la popularidad de los animes, ya que una buena entrada
garantiza mayor popularidad de un anime y si una canción es pegadiza, garantiza
que será escuchada independientemente de la serie. Los artistas se prestan a
estos proyectos ya que sirven como medio para difundir su música, y son varios
los casos de bandas que han saltado a la fama gracias a un opening o un ending.
Un caso insignia es la banda L Arc en
Ciel quienes han colaborado en gran cantidad de series de anime y poseen
fama internacional, siendo de las pocas bandas que pueden realizar giras
exitosas fuera de Japón sin dejar de cantar en su propio idioma.
Las características de los
videos varían, pero podemos encontrar pautas generales, más que nada, en el ya
mencionado género shonen. Opening y ending se pueden concebir como un mero artificio, como un recurso
para generar expectación, o si no, más arriesgado, para extender la estética de
la serie y armar un breve video de animación de buena calidad. Los openings más
recordados son aquellos que poseen una canción de calidad, y pegajosa muchas
veces, y que además posee interés como producto propio. También, los videos que
han pasado a la historia como joyas del recuerdo popular son aquellos que,
sumado a todo lo anterior, han acompañado a una serie de gran popularidad, como
por ejemplo, los openings de Dragon Ball o de Saint Seiya (Los Caballeros del
Zodiaco).
Ahora sí, repasemos solo una
parte de los openings y endings icónicos.
Usemos como ejemplo de opening
tradicional a Chala Head Chala de Dragon Ball. Primero, este opening abre a una serie shonen de gran
popularidad, que además, marco a una enorme generación de espectadores
alrededor de todo el mundo. Este opening significa la nueva popularidad del
anime en el mundo entero, y ahí radica su supuesta universalidad (hasta el día
de hoy sigue siendo transmitido en la televisión abierta). Aquí el mensaje es
claro, la música dinamiza el video y se
hacen pocos planos de los personajes dando la información justa. Los personajes
principales se encuentran bien definidos y no se visualiza a los enemigos en
cuestión.
Si seguimos la veta del
shonen, podemos mencionar openings como el que musicalizó la banda de rock Flow a la serie Naruto, y también, el opening Ready Steady Go por L Arc en Ciel para Full Metal Alchemist. Ambas series shonen han cautivado
a varias generaciones tanto orientales como occidentales.
Veamos un ejemplo opuesto. El
opening de Cowboy Bebop, serie insignia del género y para
muchos, la mejor de la historia. La banda sonora de esta serie merece y tendrá
un post aparte, pero la genial impronta y participación de Yoko Kanno generó
una de los mejores aportes musicales de la historia y ha contribuido al éxito y
culto de la serie. Cowboys en el espacio y de fondo, mucho jazz. El opening
refleja eso, una estética de policial retro con bloques de colores y sombras.
Aquí hay más predominancia de lo estético y el opening pasa a ser una apertura
más delicada y cuidada.
Del lado estético podemos
mencionar el opening de SamuraiChamploo (dirigida también por el director de Cowboy Bebop) que en este caso es
musicalizado por un rap en vez de una canción pop o rock. Otro ejemplo,
influido por la estética de los cuadros de Gustav Klimt, es el opening de Elfen Lied. Aquí el opening, a modo de canción de los elfos, no se puede encasillar de manera simple. La estética
configura la dimensión psicológica de la trama de la serie, introduciéndonos en
el universo de dolor y pasión de sus personajes.
Un punto intermedio, entre
montaje dinámico de género shonen, y de estética al estilo seinen (género
adulto) con predominancia de mensaje estético y simbólico es el opening de Evangelion.
Ahora, hablemos un poco de los
endings, el lado B de las series anime. Si los openings se encargan de impactar
y generar expectación por lo venidero, los endings encuentran una carga menos
pesada que portar. De carácter más relajado, los endings se encargan de
equilibrar la balanza y demostrar aquellos aspectos que quedaron rezagados.
Aquí salen a colación las típicas canciones de amistad, las baladas de amor,
etc. El ending que acompañada en DragonBall es el claro ejemplo de anti
tesis del opening, aquí se equilibra la balanza emocional de los espectadores
(va en castellano). Otro ejemplo de esta técnica es el primer ending de Naruto, Wind realizado por la banda
Akeboshi.
Claramente, no todo es piña-patada
ni thriller psicológico, por lo que también están los openings de series más
descontracturadas y para otros tipos de públicos (no quiero adentrar en la
genealogía del anime, porque hay casi tantos términos como gustos de helado).
Algunos openings icónicos son
el de Sailor Moon, el de Sakura Card Captor,
o, una joya del humor y el ingenio de la industria japonesa, el ending de Haruhi Susumiya no Yuutsu. En este ejemplo se da un caso
paradigmático. Una canción pegajosa que no solo invita a escuchar, sino también
a bailar. El Hare Hare (nombre del baile) se popularizó
entre los fanáticos del anime y ya se acostumbra a encontrar fanáticos del
baile en las convenciones y eventos de manga y anime.
La industria japonesa del manga y el anime encierra
paradojas representativas de la post modernidad. Este universo encierra muchas
sombras que a la mayoría de los occidentales les resultan ilógicas o por lo
menos, desconcertantes. Pero como se menciona en el célebre libro de Tanizaki,
El Elogio de la Sombra, toda luz necesita de una sombra para ser apreciada.
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